--Maestro, ¡regálese un pase!Y el matador detiene a la cuadrilla, pide un capote, y traza una verónica perfecta y pausada. Ese fue el pase.
Si les interesa historias más serias... Hagan clic aquí
domingo, 28 de diciembre de 2014
Un pase a los toros
En los ochentas, en el Hotel Colón de Quito, un torero español, calvo y de cierta edad, cuyo nombre no recuerdo, salía con su cuadrilla hacia la plaza, atrasado, de luces, y el capitán de botones del hotel, Juan Hidalgo, le dice en medio lobby:
Ubicación:
Quito, Ecuador
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario